Por

Lo conocí en un viaje, de esos que uno planea para despejarse de todo mal. Tenía puesto un jean gastado, quizá un poco roto en las rodillas, pero no le quedaba mal, una remera blanca y zapatillas negras -creo que eran Flecha- y una sonrisa capaz de cautivar a mi madre...pero no a papá, sus ojos delataban cierto gusto por los exquisitos ó delicados juegos sexuales, como prefieran. Sí, me enamoré ni bien… decir amor a primera vista, suena cursi, pero me encantó ni bien lo vi.
Hablamos de algunos libros, no leía mucho y me gustó que lo dijera sin remordimientos, me dijo si me das tus preferidos los leo. Yo les pregunto ¿cómo no enamorarse de alguien que dice eso? ¡¡Me mató!!
¿Y qué te gusta? -le pregunté. Mirar -me dijo-, me gusta mirar. Por eso viajo. Otra vez me mató….
Y después dijo: -Dibujo. Yo ya estaba mareada, hasta creo que le tiraba besos -no sé si esto lo imagine o lo hice, a veces soy tan tonta…
-¿Cómo? -le dije- Dibujo?
-Sí, hago dibujos. Bueno, retratos, paisajes, como quieras llamarlos.
Sacó una pila de papeles de su mochila, creo que solo tenía papeles y lápices de colores. -Ves, -me dijo- miralos….si no te aburre.
Mientras ojeaba sus hojas sueltas, él hablaba… -Trabajé en varios lugares, muchos de ellos buenos otros no tanto pero así aprendí que me gusta viajar conocer gente y mirar… ese fue mi mejor viaje.
Bajamos del tren… fuimos caminando hasta un hotel que queda cerca de ahí, sin preguntar nada. Convivimos desde el 21 de septiembre hasta el 21 de marzo. Todo comenzó en primavera y terminó en otoño, exactamente el primer día de otoño…
Francisco me sigue escribiendo desde España, a veces nos hablamos, se nota que me extraña y es evidente que yo a él, todo el tiempo nos estamos prometiendo estar juntos…y tengo la certeza de que así será…por suerte ahora me quedan los discos que me alejan de todo mal.