Lori Carson

A la mañana me refugié en la casa de Juan, un amigo que tiene condiciones de anfitrión solitario. ¿Cómo sería? Una especie de extraño ser que refuta todas tus palabras, una manera simple para que uno intente explicar las cosas desde muchas formas distintas. Juan encontró la manera de hacerte hablar para no sentirse solo. -No quiero baches en nuestras conversaciones-me dijo.
Las verdaderas caras de desesperación aparecen en los silencios de a dos, eso es lo que piensa mi amigo. Los miércoles a la noche nos juntamos a ver películas viejas, esas que uno no debería olvidarse y que ya no pasan en la pantalla grande...
La otra noche nos juntamos a ver After Hours. Nos reíamos de la misma manera que lo hicimos hace tiempo atrás. Como en todas las relaciones, hay condiciones. Una de ellas es no levantarse de la sala, living, para nada, es el eterno problema de los que miran películas en su casa: se levantan para ir al baño, preparar algo sea te, mate, café y otras cositas, también para atender el teléfono, celular, y algunos hasta tienen la maldita idea de querer retroceder !. Una fatalidad. Para aquellos que les gusta el buen cine, les propongo algo: escuchar I Saw The Light, y después queda en ustedes hacerse la película.